¿Cómo ha sido tu formación como diseñador?
Realmente no he tenido formación de diseñador, aparte de algunos cursos específicos. Soy licenciado en Bellas Artes. Adquirí mi formación como diseñador trabajando como maquetador de varias revistas (Olvidos de Granada, La Fábrica, Referencias…). Así empecé. Maquetando una revista se aprende mucho, hay que resolver mucho y en poco tiempo.
¿Cómo fueron tus inicios como diseñador en Andalucía? ¿Qué panorama te encontraste?
Pues empecé como maquetador de la revista Olvidos de Granada, que editaba la Diputación. Eran los 80 y había muchas ganas de hacer cosas. En esa revista se dio una confluencia de intelectuales, artistas, músicos… Arte y política con rigor, desde una institución pública. De aquella experiencia, hoy queda una revista digital que recomiendo: www.olvidos.es
Entonces no había ‘diseñadores’, nuestra profesión la ejercían artistas (Juan Vida, Julio Juste, Claudio Sánchez Muros, Valentín Albardíaz…) y también ilustradores (Joaquín López Cruces, Paco Quirosa, Rubén Garrido, Carlos Hernández, entre otros…).
En todo este tiempo ¿cuáles estimas que han sido los referentes que han inspirado y alentado la elaboración de tus proyectos?
Yo diría que estos inicios son el germen fundamental. Aprendí claves de nuestro oficio que todavía hoy me son útiles. Mariano Maresca, la comisaria de arte Mar Villaespesa, la diseñadora catalana Mar Lissón, nos enseñaban a intentar decir cosas nuevas, a no acomodarnos en territorios conocidos. Creatividad, experimentación, conceptualización… En gran medida, este sigue siendo mi impulso como diseñador. Ya, a lo largo de mi carrera, me han interesado y me inspiro en estudios que llevan, aún más lejos, estos principios.
«Eran los 80 y en aquel entonces no había ‘diseñadores’, nuestra profesión la ejercían artistas e ilustradores»
¿Cuáles crees que han sido los proyectos que estimas han marcado los cambios en tu trayectoria?
Quizás la imagen gráfica del Teatro Central de Sevilla. En Granada, el Festival Internacional de Música y Danza y la Orquesta Ciudad de Granada. Y muchos de los catálogos que hemos diseñado para exposiciones, sobre todo los que hemos hecho, en estrecha colaboración, con el artista Rogelio López Cuenca.
A lo largo de vuestra trayectoria, os habéis especializado en diseño editorial y en gráfica publicitaria, ¿cómo planteáis el proceso de trabajo en este tipo de productos?
No tenemos una única forma de abordar los trabajos. Sí identifico algunas claves del proceso. La primera, por supuesto, investigación, profundización, conceptualización del tema a trabajar en cada proyecto. En esta parte es muy importante la comunicación con el cliente. A partir de ahí, vamos buscando y realizando las imágenes (casi siempre fotografías), probando tipografías (no solo se trata de elegirlas, pensamos en tratamientos, en la composición… y que se adecúen al proyecto). Cuando empiezan a salir cosas, las voy colgando en mi despacho (en ocasiones queda literalmente forrado), y vamos descartando y seleccionando hasta que sale la propuesta elegida que mostramos al cliente. Y a cruzar los dedos.
«Creatividad, experimentación, conceptualización. En parte, este sigue siendo mi impulso como diseñador»
Nos gustaría conocer mejor el funcionamiento del estudio. ¿Quiénes componen el equipo de Manigua? ¿Cuál sería la alineación fundamental? Se podría decir que el equipo de trabajo está claramente asentado o en cambio en estos 25 años, el estudio Manigua ha sido un espacio por el que han pasado una amplia plantilla de colaboradores.
Actualmente somos seis personas. Molina (gerente/ producción), Gerardo (editor/producción), Joaquín (técnico/ diseño/maquetación), Sólve (diseño/maquetación), Maribel (administración/producción) y yo, Luis (diseño). Somos un equipo muy estable, aunque es cierto que por Manigua ha pasado mucha gente y que contamos con muchos colaboradores externos.
¿Cuál serían las referencias clave, ineludibles, si tuvieras que trazar una historia del diseño en Andalucía? ¿Por qué?
No soy un teórico de la profesión. Desde mi especialidad, también se me escapan diseñadores/as de producto y packaging. Os puedo relatar algunos nombres que me han interesado. El porqué, ya lo he comentado, gente que intenta decir cosas nuevas: Gerardo Delgado, Antonio Herráiz, Juan Vida, Juan Suárez, Manuel Ortiz, Ana María Cortijo, Isabel Martín Moreno, Roberto Altozano, Narita y El Golpe (que ya van teniendo unos años)…
«El primer paso para abordar un trabajo es la investigación, profundización y conceptualización»
Y sobre el panorama del diseño andaluz actual:
El cambio es total. Llegó la formación, la profesionalización…
¿Cuáles son los diseñadores andaluces de los cuales no tenemos referencias y forman parte de la actualidad del diseño andaluz que desde su punto de vista tendríamos que tener presentes?
Vuelvo a decir que de mis palabras no puede deducirse ningún mínimo rigor. De hecho, la mayoría de los que conozco trabajan en Granada: Rafa Ruiz, Nano Torres, Ángel Squembri, Susana Aguilera, Granada Barrero…
Se habla mucho de la fuga de talentos ¿cuántos diseñadores andaluces conoce que desarollan con éxito su trabajo fuera de Andalucía y/o fuera de España?
Luis Castellón, en Londres.
«Para nosotros, la cuestión de si existe o no un lenguaje ‘nacionalista’ es una problemática que ya las vanguardias del siglo XX superaron con éxito»
¿Cree que empieza a haber una concienciación en el tejido empresarial andaluz con respecto al valor del diseño o el cambio aún no es significativo?
No tengo una idea clara. Estamos viviendo tiempos muy difíciles, en la nuestra y en todas las profesiones. Parecería que todo está desvalorizado. Desde el prisma de la crisis se demanda lo barato, lo vulgar… En fin, quiero pensar que sí, que el empresariado andaluz va entendiendo el valor del diseño. Y seguro que irá a más.
¿Se valora al diseñador andaluz y el diseño hecho aquí?
Desde la propia Andalucía, me temo que no. Hemos visto en muchas ocasiones, sobre todo para grandes eventos, incluso organizados por instituciones públicas, cómo se recurre a diseñadores de fuera.
¿Se puede hablar de un diseño propiamente andaluz, más allá de los tópicos y de los estereotipos?
Yo diría que, más bien, se debe hablar de diseñadores/as andaluces. Me gustar pensar en la pluralidad de voces, más que en un discurso único.
«Estamos viviendo tiempos muy difíciles, en la nuestra y en todas las profesiones. Parece que todo está desvalorizado. Desde el prisma de la crisis se demanda lo barato, lo vulgar»
¿Qué elementos hacen característico el diseño considerado como andaluz?
No sabría identificar esos elementos. Obviamente, nuestros diseños están relacionados con nuestros productos y con nuestro patrimonio. Pero desde la globalización, el origen y los elementos son lo de menos. Lo importante es el resultado. Para nosotros, la cuestión de si existe o no un lenguaje ‘nacionalista’ es una problemática que ya las vanguardias del siglo XX superaron con éxito (Federico García Lorca sin ir más lejos).
¿Qué elementos de la cultura andaluza consideras más sobre explotados hasta el punto de haberlos convertido en tópicos poco interesantes?
En Manigua no tenemos problema con los tópicos. Todo depende del tratamiento. El problema no son los lunares, sino cómo se traten.
Cuando revisamos parte de vuestro trabajo encontramos algunos proyectos que ilustran adecuadamente nuestra idea de que el trabajo del diseño cuando se ejerce con sensibilidad y coherencia es capaz de reivindicar el valor identitario de los códigos culturales (estamos pensando en proyectos en los que habéis trabajado con elementos como la taracea (2º festival de cines del Sur), la cerámica de Fajalauza (57 Festival Internacional de Música y Danza), etc…) ¿Qué otros trabajos de los muchos que habéis realizado recuerdas que pudieran ejemplificar ese trabajo con la idea de lo andaluz (en este sentido está implícito otros localismos ‘lo granadino’, ‘lo malagueño’, etc)?
Muchas gracias. Es lo que decía antes. Hemos usado elementos de nuestra cultura, de nuestro patrimonio, porque eran adecuados para los proyectos. Es fácil que trabajando en Granada, surja la conveniencia de recurrir a estos elementos (taracea, Fajalauza, azulejos, granos de la granada…) Para la Orquesta Ciudad de Granada también trabajamos con el empedrado, y, en otra ocasión, con el azulejo popular. La idea era rastrear toda la ciudad en busca de la Alhambrización de espacios.
¿Podrías distinguir las señas identitarias específicas más explotadas en el ámbito granadino?
Quizá los azulejos y, cómo no, ¡la Alhambra! Hay que trascender del ‘embrujo’ y promover una mirada contemporánea y crítica.
¿Qué diseñadores destacan por haber dado o interpretado de forma más brillante tales referencias? Y en este sentido, ¿quienes podrían considerarse como referentes del diseño propiamente andaluz?
He visto cosas que me gustan, sobre todo de Granada (la tipografía GranainaFont de Vanesa Aguilera y Sergio Arredondo, Tarxia de Adrián Rosales y Rafael Ruiz, y, permíteme que nos autocite, el trofeo de taracea del Festival de Cines del Sur). Pero de ahí a ser referentes del diseño andaluz…, porque, además, no considero que trabajar con estos elementos signifique hacer ‘diseño andaluz’.
«El premio a la trayectoria profesional de la AAD lo recibimos con una mezcla de ilusión, agradecimiento y sorpresa. Nos lo tomamos como un estímulo»
¿Cuáles son los sectores y qué tipo de productos en los que podría decirse que demandan de una forma más aguda este tipo de diseño marcados por esta connotación identitaria?
Turismo, determinados eventos culturales, alimentación, comercio, hostelería…
Aunque, evidentemente no es ni mucho menos el único reconocimiento que han cosechado a lo largo de su trayectoria ¿Cómo valora el reconocimiento recibido con el premio a la trayectoria profesional de la AAD?
Con una mezcla de ilusión, agradecimiento y sorpresa. Es muy estimulante pensar que son tus propios compañeros los que entienden que somos merecedores de esta consideración. Nos lo tomamos como eso, como un estímulo.